sábado, 26 de enero de 2013

Y comienzan los problemas...

En la visita del día siguiente según marcaba el horario, lo encontré conectado a un aparato que acababa en su naricita. Dos cánulas que se introducían en sus orificios nasales sujetadas con unas cinchas a su cabeza, y una especie de gafas de fieltro que le tapaban los ojos. Ya comenté en la anterior entrada que tenía cierta dificultad para respirar. Viendo esto puedes imaginar que la cosa no había ido a mejor...
Por lo demás, todo igual. Bueno, salvo por la pérdida de peso. TODOS los niños, sean a término o prematuros, pierden peso, que lo suelen  recuperar sobre los 7-10 días de vida. Lo que ocurre es que, en un prematuro, todavía te parece mas horrible. Si nace con 720 grs y va perdiendo, ¿que queda?. Sabed que rondó los 600 grs cuando menos peso, y ahí está.

¿Que demonios eran esos tubos, por que los llevaba y para que servían?.
La complicación inicial esperada y mas temida en un prematuro es la enfermedad de la membrana hialina (EMH).
La EMH es debida a la falta o ausencia de surfactante pulmonar. Es una proteína que hace que los alveolos (unas pequeñas bolsitas al final de los bronquios donde se produce el intercambio de oxígeno) queden despegados y pueda entrar el aire. Si falta, quedan colapsados y no puede pasar el aire (atelectasia alveolar difusa). Para prevenir o minimizar esta complicación se administran corticoides a la madre antes de que nazca (en los menores de 34 semanas de gestación), a ser posible 2 dosis en 24 horas. Esto va a prevenir bastante, pero no le exime de padecerla. La incidencia es inversamente proporcional a la edad de gestación y al peso al nacer (mas frecuente cuanto mas pequeño y mas inmaduro).
El tratamiento se basa en intentar optimizar la entrada de aire e ir ganando tiempo hasta que empiece a fabricarlo el neonato. ¿Cómo se consigue expandir los alveolos y las vías respiratorias mas pequeñas?.
Hay varias posibilidades. Se adaptan al estado de cada uno, pudiendo empezar por una por otra.
Básicamente se dispone de:
- tratamiento sustitutivo del surfactante: se administra surfactante artificial de forma endotraqueal (o sea, por un tubo que se mete por la nariz o la boca y llega hasta la traquea).
- soporte respiratorio: CPAP o ventilación mecánica.
CPAP (presión positiva continua en las vías aéreas): mediante unas cánulas nasales o un tubo nasofaríngeo (desde la nariz a la faringe) se administra aire a presión de forma continua, que puede ir enriquecido en oxígeno o no, dependiendo de las necesidades.
Ventilación mecánica: pacientes intubados (tubo por la nariz o la boca que llega hasta la traquea) conectados a un respirador (máquina que digamos respira por el según las características que se precisen, existiendo varias modalidades). Para esto es posible que se tenga que dejar adormilado al neonato para que esté bien adaptado (es decir, se deje llevar por la máquina), la cual cosa se consigue mediante diferentes medicaciones (sedantes, relajantes musculares).
- fármacos: administrados de forma endovenosa, ya sea umbilical (por el ombligo) o por una periférica (de la cabeza a los pies en cualquiera de ellas).
- oxígeno.
Con el tiempo se intenta deshabituar al neonato de toda esta maquinaria, y siempre de la forma mas precoz posible en función de la respuesta.

 Os presento a mi hijo durante su etapa en la UCI neonatal

Aquí lo veis, con su CPAP puesto. Necesitaba un poco de oxígeno, pero nada del otro mundo. Visto desde fuera como pediatra en ciernes, no me impresionaba de gravedad, ¡¡¡pero era mi hijo...!!!
Os puedo decir que se le veía cómodo, tranquilo. De vez en cuando abría los ojos, y descubrías una mirada triste que te helaba el corazón... Y no, no veía (uno a término tampoco ve), salvo luces y sombras. 
¿Y que tiene que ver con esto esas gafas de fieltro...?. Nada. 

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